Cloud Dancer: el blanco que define 2026
En Buppa nos encanta analizar cómo las tendencias globales impactan en la creatividad y en el trabajo que hacemos todos los días. Por eso, cuando Pantone anunció su Color del Año, le pedimos a nuestra Directora de Arte que compartiera su mirada. Su análisis no se queda en la elección cromática: habla de cultura, de diseño y de cómo un color puede convertirse en un mensaje sobre el mundo que habitamos.
Esto es lo que nos contó sobre Cloud Dancer y por qué, para ella, este blanco etéreo es mucho más que una tendencia.
El Color del Año de Pantone es una brújula visual que guía la creatividad global. No es solo un color, es un relato sobre cómo nos sentimos, qué buscamos y hacia dónde vamos como sociedad. Cloud Dancer es más que un blanco: es un susurro de calma, una invitación a la pausa y un lienzo en blanco para repensar el diseño que, en mi opinión, es ideal para un mundo saturado de estímulos. Con su elección, Pantone nos propone empezar de nuevo, con serenidad y creatividad.
Pero, antes de hablar del color en sí, es importante saber para qué sirve tener este Color del Año elegido por Pantone Color Institute. En líneas generales, este color marca tendencias a nivel global en el mundo del diseño, moda, tecnología, branding, etc. Es un faro para la industria creativa. Sirve como punto de partida para que entre diseñadores, marcas y creativos se hable el mismo idioma cromático durante el año, facilitando referencias, decisiones visuales y coherencia estética.

Nos inspira, potencia la conversación en redes, refleja el contexto cultural y emocional. Y, por sobre todo, es una herramienta de marketing disfrazada de color. No es solo un color lindo, es un mensaje cultural sobre el momento que estamos viviendo y qué necesitamos sentir. Para elegir el color del año examinan referencias culturales, políticas y estilos actuales, se deciden por una familia de colores y luego se concentran en el tono preciso.
Ahora, teniendo esto en cuenta, el color Cloud Dancer (11-4201), según Pantone, es un blanco neutro y sutil cuya presencia etérea evoca calma y paz en un mundo ruidoso. No es un blanco puro, sino una mezcla sutil que transmite tranquilidad, ligereza y apertura. El blanco como elección, no es casual. Cloud Dancer responde a un deseo colectivo de calma, limpieza visual y claridad mental.
A mí me gusta pensarlo como un nuevo comienzo, un reinicio creativo. La vuelta a los inicios, al lienzo en blanco, donde pueden surgir ideas creativas ilimitadas. Un llamado a la introspección y a privilegiar espacios limpios. Donde menos es más y en donde ese “menos” sea un acto de diseño con intención.

Ahora, como diseñadora, me quedo con la idea del lienzo en blanco, ese espacio que a veces nos intimida y le tenemos miedo porque no sabemos por dónde empezar, pero que, en realidad, es el mejor lugar para volver a jugar. Un blanco que nos invita a recuperar esa creatividad de la primera infancia, cuando una hoja vacía era pura aventura y no había miedo al error, solo ganas de imaginar y probar. Cloud Dancer nos llama justamente a eso: a soltar, a explorar, a darle vida a la nada misma. Un color que podemos combinar con acentos de color, tipografías y texturas para que convivan el contraste y la armonía.
Cloud Dancer no es solo un color, es un mensaje. Una invitación para mirar hacia adentro, a simplificar, a imaginar. En un 2026 que pinta agitado, este color llega como un respiro visual que tiene todo para convertirse en un clásico del diseño contemporáneo.